2013, DECLARADO AÑO DEL AIRE
La Comisión Europea ha declarado 2013 como el ‘Año del Aire’, con el objetivo de limitar la contaminación atmosférica al máximo y mejorar la calidad del aire en toda Europa.
La contaminación del aire es una de las causas principales de diversas enfermedades pulmonares como el asma y está en el origen de más de 350.000 muertes prematuras cada año en la Unión Europea, según datos de la Comisión. En las últimas décadas, medidas como el control de las emisiones de sustancias dañinas a la atmósfera y la mejora de la calidad de los combustibles han contribuido a avanzar en la lucha contra la contaminación.
En colaboración con la Oficina Regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se van a revisar los principales contaminantes atmosféricos: la materia en partículas, el ozono troposférico y el dióxido de nitrógeno.
Como parte de las actividades que se pondrán en marcha en el Año del Aire, del 30 al 31 de enero se celebrará en Bruselas una jornada en el que, bajo el título "Understanding the Health Effects of Air Pollution: Recent Advances to Inform EU Policies", se informará de los últimos avances en investigación, así como sobre la normativa relacionada con la calidad del aire y su importancia para la salud pública.
Además, hasta el 4 de marzo se ha iniciado una consulta pública para recabar la opinión de la ciudadanía europea sobre las medidas a adoptar para mejorar la calidad del aire en la eurozona. Así, se pueden aportar sugerencias e ideas sobre cómo garantizar la plena aplicación del marco normativo actual, mejorarlo y completarlo con medidas de apoyo. Los resultados de la consulta se integrarán en una revisión exhaustiva de las políticas europeas en materia de aire, prevista para 2013.
En Andalucía, la Red de Vigilancia y Control de la Contaminación Atmosférica de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente pretende, entre sus objetivos, determinar el estado de la calidad del aire y el grado de cumplimiento de límites respecto a lo establecido en la legislación vigente; observar la evolución de contaminantes en el tiempo; detectar de forma rápida posibles situaciones de alerta o emergencia; realizar el seguimiento de la evolución de la concentración de contaminantes y publicar informes diarios sobre la calidad del aire.
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